Habitaciones que compiten con Fortnite (y ganan)
Por GoMax Kids

Los videojuegos como Fortnite fascinan a los niños por su ritmo, sus colores y su sensación de logro. Pero, ¿y si te dijera que una habitación puede despertar esa misma emoción, sin pantallas y con movimiento real? En GoMax Kids diseñamos espacios que devuelven a los niños la aventura, la imaginación y la conexión familiar que ningún videojuego puede ofrecer.
Por qué Fortnite engancha tanto a los niños
Fortnite no es solo un juego: es una experiencia sensorial completa. Cada partida ofrece estímulos constantes —colores, recompensas, sonidos, retos— que activan el cerebro infantil con descargas de dopamina. Esa sensación de logro rápido y continuo hace que los niños quieran volver una y otra vez.
Pero esa misma estimulación tiene un precio: el cuerpo se queda quieto, la creatividad se apaga y el tiempo compartido se desvanece.
El niño “vive aventuras”, sí, pero sin moverse. Corre, salta y compite… solo dentro de una pantalla.
Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), los niños menores de 12 años deberían limitar el uso de videojuegos de acción, ya que “fomentan modelos de conducta competitivos y violentos, y pueden distorsionar la percepción de la realidad”.
👉 Si quieres consultar las recomendaciones oficiales, puedes acceder al Plan Digital Familiar de la AEP aquí o leer el documento completo en PDF desde Familias en Positivo.
Además, no podemos olvidar que Fortnite y otros videojuegos de batalla incorporan elementos de violencia camuflada bajo una estética atractiva. Utilizan personajes de franquicias populares como Marvel o Disney, escenarios coloridos y música vibrante que generan simpatía e identificación inmediata.
Sin embargo, detrás de ese diseño tan visual se esconde una dinámica basada en eliminar al otro para sobrevivir, en un ciclo constante de muerte y reaparición.
Como padres, debemos ser precavidos con este tipo de contenidos, ya que transmiten un mensaje confuso: que la violencia no tiene consecuencias reales y que siempre se puede “volver a empezar”.
En la vida real, las acciones importan, y parte del crecimiento infantil consiste en aprender el valor del cuidado, la empatía y la cooperación.
Si un niño pasa muchas horas en mundos donde “nunca pasa nada” aunque se destruya todo, puede interiorizar la falsa idea de que somos invencibles o que los conflictos se resuelven eliminando al otro.
Por eso es tan importante ofrecerles espacios reales donde experimentar retos, emociones y logros auténticos, sin necesidad de pantallas.
Cuando la habitación se convierte en su nuevo universo
Imagina que en lugar de mirar un personaje correr… tu hijo corre de verdad.
Que en vez de desbloquear un nivel, supera su propia pared de escalada.
Eso es lo que ocurre cuando la habitación deja de ser solo un lugar para dormir y se convierte en un entorno de juego activo.
En una habitación GoMax, cada elemento —una cuerda, un columpio, un túnel, una rampa— despierta en el niño el mismo deseo de desafío y logro que siente frente a un videojuego, pero con un ingrediente esencial: acción real y creatividad libre.
Aquí no hay misiones preprogramadas. Cada día es una historia nueva, inventada por ellos.
Las habitaciones GoMax: escenarios donde los niños inventan sus propias historias
Las habitaciones GoMax están diseñadas como pequeños mundos de aventuras. Son espacios donde los niños pueden escalar, esconderse, deslizarse o columpiarse con seguridad, mientras desarrollan habilidades motrices, equilibrio, coordinación y autoestima.
Cada módulo o estructura se convierte en parte de un “universo en movimiento” que estimula la imaginación.
Hoy una cuerda es una liana en la selva. Mañana, una vía de escape secreta en una misión espacial.
Esa libertad de juego libre es justo lo que la neuroeducación señala como clave del desarrollo infantil. Cuando un niño crea sus propias reglas, aprende a resolver problemas, mejora su lenguaje y fortalece su autonomía.
Ganar juntos: el papel de los padres en el juego activo
Una habitación activa no es solo para el niño. También es un escenario de conexión familiar.
Ver cómo tu hijo supera un reto, inventa una historia o te pide que lo acompañes, es una oportunidad de oro para compartir tiempo real.
El juego activo invita a los padres a volver a mirar, celebrar y participar.
Ese “¡Papá, mírame subir!”, sustituye al “Papá, mira cómo juego Fortnite”.
Y el resultado no es una pantalla encendida, sino una familia creciendo junta.
Además, cuando el niño se siente visto y apoyado, su necesidad de buscar estímulos digitales disminuye. El cerebro humano busca emoción, pero también vínculo. Y en una habitación GoMax, ambos se encuentran.

Del clic al movimiento: cómo empezar el cambio en casa
Pasar del videojuego al juego real no sucede de un día para otro. Es un proceso que requiere acompañamiento, coherencia y espacios que inviten al movimiento.
Algunas ideas sencillas:
- Crea momentos sin pantallas cada día (aunque sean 15 minutos).
- Ofrece retos reales: construir una cabaña, inventar un circuito, diseñar un nuevo “nivel” en su habitación.
- Celebra los logros físicos como celebrarías una victoria digital.
- Diseña un espacio GoMax que le invite a moverse, explorar y crear.
Con el tiempo, el niño descubrirá que la aventura más grande no está en la pantalla, sino dentro de su habitación.

Conclusión
En GoMax sabemos que no podemos competir contra el mundo digital, y que tarde o temprano Fortnite o cualquier otro videojuego formará parte de su vida.
Pero sí podemos retrasar ese primer contacto con entornos agresivos o competitivos, ofreciéndoles antes un espacio donde la emoción se viva desde el movimiento, la imaginación y la conexión real.
Creamos habitaciones que permiten a padres e hijos jugar juntos, crecer juntos y valorar el tiempo compartido.
Porque mientras los videojuegos inventan mundos virtuales, en GoMax ayudamos a las familias a construir mundos reales donde los niños pueden ser protagonistas de su propia historia.
Para seguir inspirándote
Preguntas frecuentes (FAQ)
1. ¿A qué edad es recomendable limitar el tiempo de videojuegos?
A partir de los 6 años, lo ideal es no superar 30-60 minutos diarios y priorizar actividades físicas o creativas.
2. ¿Qué beneficios tiene el juego activo frente al digital?
Favorece la coordinación, la fuerza, la concentración y la autoestima. Además, fomenta la socialización y la imaginación libre.
3. ¿Cómo puedo adaptar una habitación pequeña?
Los sistemas GoMax son modulares y se adaptan a espacios reducidos. Un columpio o una mini pared de escalada pueden transformar incluso una esquina.
4. ¿Cómo evitar el rechazo inicial al cambio?
Involucra al niño en la elección y el diseño del nuevo espacio. Si lo siente como “suyo”, querrá explorarlo más.
5. ¿Por qué el juego libre es tan importante?
Porque permite al niño inventar, imaginar y tomar decisiones. Es la base del pensamiento creativo y la autonomía.
6. ¿Y si a mi hijo le encantan los videojuegos?
No se trata de prohibir, sino de equilibrar. El objetivo es ofrecerle experiencias igual de emocionantes, pero reales.
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